Dejo el camino libre para que recorras el sendero sin tropiezos.
Acompañaré tu camino en silencio.
Atento a la voz de tu corazón.
En el momento que decidas entregarte a la verdad,
aquella que temes y quieres ocultarle a tu corazón,
en aquel momento las palabras mudas serán oidas
y los cuerpos entregados sin tabúes ni miedos.
HCC/Feb/2016